En continuación del artículo de grifado de barras, vamos a continuar con procedimientos de reparación realizados comúnmente en obra. En este caso, trataremos el tema del pinchado de barras y el uso de la resina comercial.
Vamos a intentar enumerar diversos casos en los que su uso es estrictamente necesario, y otros, que aunque evitables, se procede de forma cotidiana a su ejecución.
Los casos más comunes y frecuentes de uso son:
1. Anclaje de barras verticales.
Tal y como se comentó en el número anterior, muchas veces en la ejecución de muros y pilares, se presentan problemas de replanteo de barras en la que dichas esperas quedan, o muy separadas de su barra solapada, o fuera de replanteo. En el artículo anterior, nos centramos en el grifado de barras. Cuando el grifado no es factible, se procederá al pinchado de barras con resina.
En función de la solución técnica a aplicar, se puede proceder a realizar tanto anclaje de barras, como solape de barras
Lo primero que deberemos entender es que dicha solución es una respuesta a una mala ejecución, por lo tanto, el primer paso de todo técnico es intentar evitarlo. En el caso de que se produzca, deberemos primero revisar si la ejecución del anclaje es necesaria. Se recuerda que según Art.69.5.2.2 de la EHE, se permite que la separación de las barras solapadas sea de hasta 4Φ como máximo, por lo que deberemos tenerlo en cuenta a la hora de estimar la conveniencia o no de enresinar barras.
En la fotografía adjunta, se detecta algo peor y común en la obra, el poco conocimiento de lo que se pretende hacer con dichas soluciones tanto en el aspecto estructural, como de ejecución. En dicha foto encontramos un “par de barras” en las que no sería necesaria la ejecución de ninguna actuación ya que las distancias entre barra son inferiores a los 4Φ comentados, y encontramos su par grifado, y además otra barra supletoria enresinada.
2. Anclaje de barras horizontales.
Dicha solución suele ser muy común en uniones de forjados de sótano a muros pantallas, pudiéndose realizar uniones articuladas y uniones empotradas, en función de los anclajes que realicemos y disposición de éstos.
De igual forma, se pueden realizar dichas uniones en muros de hormigón, pero presenta una problemática algo mayor ya que en numerosas ocasiones, los espesores de los muros son inferiores a las longitudes necesarias de empotramiento.
En ambas uniones, tanto en pantallas como en muros, es conveniente realizar una roza en la unión muro/losa para aporta cohesión y fricción suficiente entre los dos elementos.
En forjado horizontales, también podemos intentar buscar solapes de barras, pero reconozco que dicha solución no es de mis preferidas, por los múltiples problema que puede inducir dicha operación como por ejemplo, una perforación de profundidad comprometida y en horizontal, un taladro próximo al recubrimiento y puede ocasionar con cualquier movimiento del taladro fisuraciones ocultas en el hormigón, falta de espacio para una correcta ejecución,… . Adjunto detalle tipo, pero a mi entender, en éstos casos, aconsejo el picado de la losa entorno a los 10f de la barra a solapar, y proceder a solape por soldadura.
Artículo publicado en la Revista Especializada Zuncho. Autor del artículo Daniel Bianchi. Parte 1 de 2
[note note_color=”#cccccc”]Continúa leyendo la segunda parte de este artículo[/note]
Hola Daniel, quisiera saber si existe una tabla o algo similar para consultar las longitudes de solape y anclaje de las barras corrugadas, sin necesidad de hacer operaciones matemáticas. Un saludo.